La saga Resident Evil ha tenido alguna que otra mancha en su currículum a lo largo de su historia. Entre la primera entrega para Playstation y Saturn hasta la que hoy nos ocupa podemos encontrar algunas "joyitas" como los Outbreak para Playstation 2 o los shoot'em up en primera persona de la serie Survivor.
La calidad de estos títulos es discutible, pero la pregunta importante es si realmente están haciendo un favor a la serie, diversificándola, o en realidad solo desprestigian el nombre de una saga con bastante calado entre los fans de los zombies intentando aprovechar su nombre sin tener mucho en cuenta la calidad del producto.
Hoy nos toca hablar sobre uno de estos spin-off; hemos jugado varias horas a una versión que todavía es beta. Cuando tengamos la versión final podremos juzgar si entra en la primera o en la segunda categoría.
Esta vez no controlamos a Chris ni a ningún agente de la ley que lucha contra Umbrella, sino que trabajamos directamente para la empresa creadora del T-Virus. El juego nos propone controlar un equipo de Umbrella con el objetivo de destruir todas las pruebas que relacionen a la compañía con la propagación del virus en la ciudad de Raccoon City.
Nada mas empezar nos daremos cuenta de que no estamos ante un Resident Evil al uso. El juego nos invita a disparar nuestras armas a diestro y siniestro ante prácticamente todo lo que se mueva, ya sean zombies o mercenarios que se interpondrán en nuestro camino para poner las cosas todavía más difícilies; no son especialmente brillantes tácticamente pero sí que tienen un equipo capaz de intimidarnos. En este inicio también es fácil notar que el juego no lo ha hecho Capcom; esta vez le han prestado el nombre de su franquicia al equipo canadiense de Slant Six Games, famosos por haber hecho algunos de los Socom para consolas de Sony.
Siguiendo por esos primeros minutos, pues, la aventura se inicia intercambiando disparos con mercenarios en un laboratorio de Umbrella. Tendremos que eliminar a bastantes enemigos usando las mecánicas a las que nos tienen acostumbrados los juegos de acción de esta generación: cámara al hombro, disparos, coberturas, disparos y más coberturas. No han ocultado la herencia de Socom y no solo en lo referente a la acción. Por ejemplo, formamos parte de un equipo de 4 personajes con los que tendremos que cooperar para seguir avanzando y la comunicación será un punto muy importante, entre otras cosas, para poder pedir ayuda a tus compañeros cuando un grupo de zombies te esté arrinconando y las balas empiecen a escasear.
Cuando jugamos en solitario el componente táctico pasa desapercibido ya que la inteligencia de tus compañeros deja bastante que desear, por lo menos en la versión que hemos probado. Esto se soluciona con una buena sesión de palomitas y refrescos y unos cuantos amigos; que es, en el fondo, para lo que está diseñado el título, y se nota. Por ejemplo, habrá momentos en los que tendremos que explorar salas para encontrar algunas de las pruebas que debemos eliminar y se ve claramente como estos espacios están muy pensados para ser explorados en grupo. Los compañeros controlados por la consola, si jugáis solos, no buscarán estos documentos y se dedicarán a perder el tiempo y a activar todas las minas a las que se acerquen mientras tú das vueltas haciendo de detective. En esa misma situación pero con gente convertimos esa aburrida búsqueda en momentos ideales para descansar o planear la estrategia a seguir.
El arsenal de el que dispondremos será bastante variado, aunque no muy original. Tendremos rifles de asalto, metralletas ligeras, escopetas, granadas... todo lo que podemos esperar de un buen juego de acción. Eso sí, en el tema de las armas encontramos una extraña paradoja: en los títulos principales de la saga como Resident Evil 5 es complicado que nos quedemos sin balas pero aquí, aun siendo un juego totalmente destinado a repartir metralla, los cargadores son mínimos y nos veremos obligados a buscar cargadores constantemente si no queremos morir. Esta decisión parece invitarnos a cambiar constantemente de armas cogiendo las de los mercenarios abatidos... pero más que dar variedad lo que consigue es frustrarnos cuando en medio de un combate nos tenemos que poner a cruzar una sala esquivando enemigos solo para encontrar algo con que defendernos.
En lo que se refiere a ítems de recuperación de salud y demás encontraremos por supuesto las clásicas plantas y sprays de primeros auxilios. La novedad la encontramos en los sprays anti-virales, ya que esta vez podremos contagiarnos con el T-Virus e iremos perdiendo visión y el control de nuestro personaje. De hecho tus compañeros pueden infectarse y dejarán de atacar, pasarán al "bando zombie" y se enfrentarán a todo lo que se mueva. Ya puedes esperar recibir un buen par de mamporrazos por su parte -parece que prefieren darte puñetazos que comerte-.
Tras un primer contacto podemos decir que, a simple vista, nos encontramos ante un Resident Evil que es de todo menos un Resident Evil; Capcom ha colocado una de sus principales sagas al servicio de la acción en tercera persona más mainstream sin ningún tipo de tapujos. El juego no parece destacar mucho entre la cantidad de títulos que ya encontramos en el género, como el reciente Binary Domain e incluso Left 4 Dead, pero pese a todo habrá que esperar a jugar al modo historia, cargado de sorpresas, y a darle caña con 4 amigos para poder ver hasta dónde es capaz de llegar esta nueva visita a Ciudad Mapache.